martes, 2 de febrero de 2010

Megustaynomegusta

ME GUSTA

Me gusta soñar despierto, imaginar que hago cosas extraordinarias, como marcar el gol de la victoria en un Mundial o vivir retirado en un paraíso recóndito, por eso disfruto de la gente que habla de sus viajes como si fueran aventuras . Admiro a los hombres y mujeres que son capaces de hablar varios idiomas y a los que saben de cocina casera y te saben explicar cómo hacen sus platos. Disfruto desayunando mucho en los hoteles cuando puedo viajar aunque saben mejor los polvitos mañaneros cuando me olvido del servicio de habitaciones. Suelo observar a escondidas a la gente desde un rincón, o tras un amplio ventanal de un café. Reconozco que soy un cotilla silencioso de la cotidianidad, como cuando veo a niños que caminan en fila por la calle al ir de visita a un museo o a los desconocidos que se encuentran con sus citas a la salida del metro. No me incomoda el silencio dentro de recintos vacíos y me siento muy a gusto si me pongo a cantar por lo bajo en lugares ruidosos. Disfruto del placer de los sentidos, abrazar a una chica y acariciar su pelo recién lavado, ver sonrisas que iluminan caras agotadas, oír tumbado en el suelo buena música, Paul Weller o Sade, por ejemplo, o Chet Baker y su trompeta sensual en cualquier tarde, oler la ropa recién sacada de la lavadora y degustar lentamente un helado de chocolate y nueces como premio a una excelente comida. Luego tengo ráfagas de detalles que me entusiasman: las películas con finales honestos, que la gente aplauda a rabiar en el teatro, las risas escandalosas de los que tratan inútilmente de evitar el estruendo, pasear por la Gran Vía cuando se queda desierta, alargar las sobremesas con amigos, beber despacio un buen Jim Beam con mucho hielo, y en invierno pensar que dentro de poco volverá el buen tiempo. Aunque ya que estamos, me gusta que nieve mucho. Aunque lo mejor del mundo es el momento previo a una tormenta de verano, el olor y la luz de las nubes, el viento y los relámpagos. Y para terminar, disfruto como un campeón cuando corro al ver que el autobús o el metro va a salir, entro y oigo que se cierran las puertas justo detrás de mí. Pequeños triunfos, vaya.

NO ME GUSTA

No me gusta el ruido, sobre todo en la calle, el tráfico, los bongos, las orquestas, los voceros, los gritones, los putos músicos tocando dentro de los vagones canciones horrorosas. Odio las risas enlatadas en las series de televisión, lo políticamente correcto, los call tv, los tertulianos sin sentido del humor, las repeticiones, los que hablan dentro del cine, los días de lluvia sin planes, el hecho de tomarse el café con los compañeros de la oficina y amargarse despotricando de todo, las oficinas en todos los sentidos, el olor de los hospitales, irse a esquiar en invierno y a la playa en verano, lo rápido que pasa el tiempo cuando quieres hacer muchas cosas, como comerte el mundo, por ejemplo. No me gustan los bigotes en los caballeros ni el pelo corto en las damas a partir de cierta edad, la lluvia de tópicos y lugares comunes cuando me habla un desconocido. Me incordian sobremanera los paraguas cuando salgo a tomar algo, el humo del tabaco y su peste impregnada en la ropa. Me asquean algunos baños públicos y algunos seres podridos que merodean esos sitios, especialmente en Moncloa donde siempre alguien hace ajjjj y escupe mientras otro te mira. No me gusta la picaresca española cuando vas al extranjero, la música de Radio Olé ni los triunfitos, ni el reguetón ni la siguiente estrella del rock envuelta en un nuevo caso de drogas. Debería evitar en mi vida los tráilers de películas en los que te cuentan toda la historia y sobre todo a la gente, grande y pequeña, que ha matado al niño que lleva dentro y lo demuestran con su amargura. Por último, no soporto que la gente me prejuzgue y que me den consejos del tipo búscate una buena chica, cásate, ten hijos y un buen trabajo como por ejemplo funcionario.

1 comentario:

  1. Coincidimos en muchas cosas (el desayuno de los hoteles, las sobremesas o las carreras para llegar al metro)... Aunque también "chocamos" en otras (tormentas y músicos callejeros, si tocan buena música, eso sí). Es lo interesante, ¿no? Un abrazo y ánimo a los tímidos.

    ResponderEliminar